COMPRENDAMOS

Si pensabas que la ciencia deja pocas ganancias al investigador, esta es una buena oportunidad para cambiar de opinión y animarte a comenzar tus propias investigaciones científicas. La Real Academia Sueca de las Ciencias otorgó este año el Premio Nobel de Física al científico ruso-estadounidense Alexei Abrikosov, al ruso Vitaly Ginzburg y al anglo-americano Antony Leggett, por sus investigaciones pioneras sobre superconductores y superfluidos. Los tres científicos compartirán la suma de 10 millones de coronas suecas (1.11 millones de euros, ¡casi 14 millones de pesos!) que conlleva este famoso galardón de talla internacional.
En su comunicado, la Academia destacó que los trabajos de estos tres científicos han sido determinantes para arrojar luz sobre dos fenómenos de la física cuántica: la superconductividad y la superfluidez, investigaciones que fueron fundamentales para el desarrollo, por ejemplo, de los aceleradores de partículas. “El conocimiento de los líquidos superfluidos nos ayudará a comprender mejor el comportamiento de la materia en sus estados energéticos más bajos y ordenados", señaló la Academia. Alexei Abrikosov trabaja en el Laboratorio Nacional Argonne de Illinois (Estados Unidos); Vitaly Ginzburg, por su parte, es uno de los directivos del Instituto de Física Lebedev en la capital rusa, y Anthony Leggett es profesor de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign.

Los avances en superconductividad han permitido la producción de grandes campos magnéticos, haciendo posible, por ejemplo, la construcción y puesta en marcha de los modernos “trenes bala” de alta velocidad que ‘flotan’ sobre las vías, gracias a un sistema de repulsión de grandes fuerzas magnéticas. Otra utilidad de los materiales superconductores es la fabricación de cables transportadores de energía eléctrica e información sin pérdidas durante el trayecto, lo que genera un ahorro en recursos para cualquier empresa –e imagino que una mejor economía para el país que decida instalar este tipo de tecnología–.
Como puedes ver, la ciencia no es sólo satisfacción por los descubrimientos en el camino de la investigación: la insistencia y los esfuerzos también llegan a ser espléndidamente recompensados en efectivo. Ojalá en un futuro no muy lejano también en nuestro país se incentive la investigación científica a través de premios, reconocimientos y, en general, apoyo económico para desarrollar nuevas, mejores y más baratas tecnologías que permitan aumentar en el nivel de vida para todos los mexicanos.
Si deseas conocer más sobre superconductores y sus aplicaciones, en un lenguaje sencillo y accesible, no olvides visitar la siguiente página en internet: http://www.tae.edu.mx/superconductores/aplicaciones.html
También te recomiendo el libro “Los superconductores”, de Luis Fernando Magaña Solís (Colección “La ciencia desde México” No. 64, Fondo de Cultura Económica)