COMPRENDAMOS

Mónica está muy emocionada. Tiene en su mano una caja Petri iluminada con una lámpara de luz ultravioleta, en donde se notan unas manchitas de luz verde que, aunque débiles en intensidad, se pueden apreciar de manera indudable en la oscuridad del cuarto. Este momento es la culminación del trabajo que ha realizado junto con sus 3 compañeros de mesa de trabajo en toda una semana. Lo que hicieron fue incorporar al ADN de la bacteria Escherichia Coli un gen que le dio a éste la capacidad de fabricar una especie de proteína fluorescente. Esas son las lucecitas verdes que ella observa ahora.

Mónica tiene 16 años, es alumna de una escuela preparatoria de San Luis Potosí y ha participado durante una semana del pasado mes de julio en un taller llamado Taller de Ciencia para Jóvenes. Empecé a organizar en 1997 este tipo de talleres en el CIMAT (Centro de Investigación en Matemáticas en la Ciudad de Guanajuato, en donde trabajo como investigador) con el fin de motivar y acercar jóvenes al mundo de las ciencias naturales. Los talleres han tenido un éxito considerable y los participantes han respondido muy entusiastamente a las actividades ofrecidas. Sin embargo, la gran mayoría de los jóvenes que quisieron participar en el Taller no pudieron ser admitidos porque el cupo es muy limitado. Así que ahora el reto es organizar más talleres y actividades de este tipo para satisfacer la gran demanda.

Estoy seguro que para muchas de las instituciones científicas del país (centros de investigación y universidades) es relativamente fácil organizar este tipo de taller. En las siete ediciones de estos talleres he desarrollado cierta experiencia que me gustaría compartir en este espacio con otros miembros de la comunidad científica y con el público en general, con la esperanza que esto les motive y ayude a organizar actividades similares en sus instituciones.

El Taller en su forma actual dura una semana de las vacaciones del verano (finales del julio) con 40 participantes que seleccionamos entre algunos cientos de solicitudes que nos llegan. La participación es gratuita y abierta a todos los alumnos del segundo año de bachillerato en el país. La difusión se hace mediante convocatorias que enviamos a los directores de las escuelas preparatorias y a través de la página de Internet del Taller (http://www.cimat.mx/~gil/tcj).

El proceso de selección ha evolucionado y mejorado cada ano. El criterio básico que usamos es el interés mostrado por el solicitante en los temas del Taller (y no, por ejemplo, sus calificaciones o la opinión de sus maestros de la escuela). El ingrediente principal en la forma de solicitud es un ensayo en donde el solicitante describe en detalle su interés por la ciencia y cualquier actividad que ha realizado relacionada con dicho interés.

El "comité de selección" incluye, además de algunos investigadores que participan en las actividades del Taller, a Lourdes Navarro (la persona encargada del apoyo administrativo a las actividades académicas del CIMAT) y a una ex-alumna del Taller.

El Taller abarca un programa denso y variado de actividades relacionadas con las ciencias naturales básicas (biología, química, física y matemáticas). Cada participante elige 2 cursos que toma durante las mañanas de la semana del Taller, de un total de 4 que ofrecemos. Los cursos se llevan a cabo en grupos pequeños (10 alumnos) dirigidos por investigadores destacados, que invitamos a participar en el proyecto. En las tardes organizamos actividades para todo el grupo.

Además de estas actividades se ha organizado una visita de todo un día al departamento de Biotecnología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV), en Irapuato, Guanajuato. Dada la gran relevancia de la biotecnología hoy en día damos gran énfasis a este tema en el Taller. El día anterior a la visita, la Dra. Gabriela Olmedo (del CINVESTAV) vino al CIMAT para dar a los participantes una plática de introducción general a la biología molecular y explicación del experimento que iban a realizar durante la visita del día siguiente (detección de maíz transgénico mediante la técnica de PCR). Al final del día los alumnos presentan reportes del trabajo de ese día. Además, se incorporó durante la visita un "tour guiado" a las instalaciones del Centro y una sesión de "debate" acerca de los aspectos mas polémicos de la biotecnología (plantas transgénicas y bioseguridad).

Otro aspecto muy importante del taller, más allá del programa de actividades académicas, es la creación de una oportunidad única para jóvenes con interés en la ciencia, provenientes de todo el rango socio-económico del país, de conocer e interactuar con otros jóvenes con intereses similares. Los participantes trabajan en equipos que van cambiando de una actividad a la otra, se quedan hospedados durante toda la semana del Taller en las instalaciones del CIMAT, compartiendo cuartos y comidas. Todo esto tiene el efecto de crear un tipo de ambiente sumamente positivo y sano, dominado por el entusiasmo y la curiosidad intelectual en su forma más pura posible; un modelo que esperamos acompañe a nuestros alumnos en sus futuras carreras.

Pero creo que esto lo expresan mejor los participantes mismos, así que les dejo algunas opiniones extraídas de las formas de evaluación que llenaron en el último Taller:

"... quisiera darle gracias al CIMAT por esta maravillosa oportunidad. La verdad, nunca creí que me fueran a llamar a mí. Pero nunca voy a olvidar esta semana, y en la medida de lo posible, trataré de corresponder en alguna forma a esta oportunidad... "

"... Fue una semana muy intensa en la cual aprendí muchas cosas y conviví con chicos de toda la república. Fue una experiencia súper agradable e inolvidable. Me gustaría que me volvieran a invitar en las vacaciones de diciembre."

"... Fue una oportunidad única, me gustó mucho, aunque creo que la capacidad del taller se debería ampliar pues mucha gente se pierde de esta actividad tan buena e interesante."