COMPRENDAMOS

Dejar lejos hermanos, amigos, familia y adaptarse a un nuevo idioma, nuevas costumbres, incluso climas diferentes, todo por la búsqueda de un sueño, llámenle algunos el “sueño americano”, el cuál tiene matices diversos: financiamiento abundante, becas jugosas, infraestructura de primer mundo, proyectos de investigación en áreas nuevas del conocimiento, puede ser una decisión difícil. Los motivos de uno de estos aventureros científicos, Carlos A. Amezcua (*), pueden resumirse en sus propias palabras de la siguiente forma:

“...Mi motivación principal para realizar mis estudios de posgrado en los Estados Unidos fue el tener contacto con la ciencia del primer mundo. Académicamente este país cuenta con la ventaja de tener a muchos de los científicos más sobresalientes en varias áreas del conocimiento. Además, los campos de investigación que uno puede elegir son diversos y mejor financiados que en México...mi especialidad en resonancia magnética nuclear (RMN) de alta resolución (vea ALEPHZERO #10, Octubre 31) requiere de equipo muy sofisticado y costoso al cual no hubiera podido tener acceso en México como lo tuve durante mi doctorado. Otra de las ventajas de estudiar ciencias en una universidad norteamericana reside en la serie de seminarios generalmente impartidos por científicos distinguidos. El objetivo es promover el intercambio de información, lo que permite al estudiante exponer y defender su tema de investigación. Otra característica muy importante de algunas universidades estadounidenses reside en la intensa colaboración interdepartamental que permite atacar problemas sofisticados e importantes desde diversos puntos de vista. En particular he tenido la fortuna de colaborar con químicos, bioquímicos, biólogos celulares y biofísicos, lo cual me ha permitido familiarizarme con las diversas técnicas experimentales utilizadas por dichas disciplinas. Finalmente, en este país existen también muchas oportunidades de asistir a congresos científicos por medio de becas ofrecidas a estudiantes que deseen exponer los frutos de sus investigaciones de posgrado...”

Y continúa diciendo que: “La decisión de estudiar fuera de México fue tan sólo el principio de un largo camino científico que incluyó un doctorado en química orgánica (en Texas Christian University) y un posdoctorado en RMN de proteínas (University of Texas Southwestern Medical Center)...he tenido la fortuna de trabajar en instituciones de gran prestigio académico donde se hace ciencia de primer nivel...estas experiencias y entrenamiento han fructificado en mi actual posición como director de RMN biomolecular en el Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas”.

El sueño de Carlos, puede ser el sueño de muchos otros jóvenes que salen del país en busca de oportunidades académicas (y laborales). En este segundo número de ALEPHZERO compartimos las experiencias de dos de ellos (Carlos Huitle, en Italia, y Pavel Albores, en Escocia) y sus motivos para salir en búsqueda de nuevos horizontes y oportunidades.