Consejo Nacional para el Entendimiento Público de la Ciencia.
M.c. Miguel Fernando Pacheco Muñoz + Universidad De Guadalajara
Los gabinetes de curiosidades eran colecciones de objetos raros y fascinantes que iban de piezas arqueológicas y artísticas a semillas, fósiles, huesos, armas, piedras, animales y plantas.
En un principio, un gabinete era sencillamente un mueble donde se guardaban objetos pequeños, pero preciados. A fines del siglo XV y durante el XVI esta palabra adquiere su segunda acepción, aplicándose a salas generalmente de pequeñas proporciones donde se depositaban piezas raras y valiosas. Según las definiciones de la época, un gabinete era una cámara o varias recámaras donde los privilegiados coleccionistas solían retirarse a contemplar y analizar los preciados objetos de su propiedad. Los gabinetes eran una especie de santuarios privados reservados para el dueño y sus más cercanas amistades, aunque la mayor de las veces prohibidos a las mujeres de la casa, que sólo podían acceder a él para su cuidado y limpieza.
En los gabinetes se entremezclaba lo bello, lo valioso, lo raro y lo exótico. Entre los objetos que se encontraban cosas tan disímiles como los bezoares (concreciones calcáreas formadas en el estómago de los rumiantes), fósiles, pieles, animales disecados, fenómenos de la naturaleza, plumas y huevos de diferentes aves, reliquias, etcétera.
Parte de los ideales de los hombres del renacimiento fue la de simular el teatro total, y escudriñar en todos los rincones del conocimiento para crear un microcosmos, un espacio dedicado al estudio y la observación de todos los reinos del universo. Un universo que por aquel entonces crecía inexorablemente a cada momento con los viajes de exploración y de conquista. Los gabinetes de este tipo con el tiempo fueron acumulando tal cantidad de material de diversos ordenes que fueron diversificándose hasta establecer colecciones especificas, de historia, armas, numismática, historia natural y pinacotecas, que serán el origen de los modernos museos especializados y que pondrán fin al anhelo renacentista de tener en un solo espacio la naturaleza y la cultura.
Entre los más afamados de estos gabinetes se encontraba el gabinete creado por Francisco I de Francia. Otros gabinetes importantes, fueron el del clérigo Manfredo Settala en Milán, el gabinete de historia natural de Ole Worm en Copenhague 1655, el Orto Botanico en Bolonia del profesor Ulisse Aldrovandi de 1568, el del boticario Basilius Besler en Nuremberg, el de Hans Sloane en Londres y el Museo del Colegio Romano dirigido por el sacerdote jesuita de origen alemán, Atanasio Kircher.
Los gabinetes incluían dentro de su aparente desorden un deseo de clasificación, el museo Worm con sus cajones etiquetados en rubros de metal, madera, conchas, etc.. Los vasos de cuerno están al lado de las cornamentas de ciervo porque son del mismo material. La descripción de la colección se repartía en cuatro libros: I) piedras y metales, II) las plantas, III) los animales y IV) los “artificiosa” (objetos producidos por el hombre), las piezas no estaban agrupadas de acuerdo al lugar de donde procedían, sino por lo que estaban hechos. Otro alemán Johann Casper Neickel en su obra: Museografía o instrucciones para la correcta comprensión y organización útil de museos o cámaras de rarezas, recomendaba una distribución que partía de lo natural hasta lo artificial.
Otras clasificaciones acudían a los postulados desarrollados durante la época griega y romana. Los gabinetes de maravillas y curiosidades de hecho no son cosa del pasado, algunos museos en el mundo conservan un ambiente de gabinete como testimonio del pasado, también se han hecho exhibiciones con un concepto “retro” o se ha utilizado en exhibiciones posmodernas de maravillas, curiosidades y miserias de la sociedad posindustrial produce.
Es maestro en Ciencias por la Universidad de Guadalajara y estudiante de la maestría en filosofía de la Ciencia en la Facultad de Filosofía y Letras
Fuentes.
Concurso. Salvador Jara Guerrero + Universidad Michoacana De San Nicolas De Hidalgo.
Concurso. María Eugenia Rivera Pérez + Instituto Universitario De Puebla A.c. .
Divulgadores. Jessica Flood Garibay + Universidad De Las Américas, Puebla.
Divulgadores. Lázaro Hernández Torres + .
Divulgadores. M.c. Miguel Fernando Pacheco Muñoz + Universidad De Guadalajara .
Divulgadores. Marisa Avogadro + ;.
Divulgadores. Marcos Manuel Sánchez Sánchez + Universidad Complutense.
Divulgadores. José Alfredo Hernández Diaz + Universidad De Las Américas, Puebla.
Divulgadores. Marcelo David Iturbe Castillo + Instituto Nacional De Astrofísica, Óptica Y Electrónica, Tonantzintla, Puebla; Carlos G Treviño Palacios + Instituto Nacional De Astrofísica, Óptica Y Electrónica, Tonantzintla, Puebla.
Editorial. Miguel A. Méndez-Rojas +;.
Investigación. María Del Carmen Navarro-rodríguez + ; María Elena González Ruelas + ; Luis Fernando González Guevara + Centro Universitario De La Costa, Campus Vallarta, Departamento De Ciencias, Universidad De Guadalajara; Ramiro Flores Vargas + Centro Universitario De La Costa Sur, Departamento De Estudios Para El Desarrollo, Sustentable De Zonas, Costeras, Universidad De Guadalajara.
¿lo sabias?. Dr. José Luis Sánchez Salas + Universidad De Las Américas, Puebla.