COMPRENDAMOS

El libro del Cacao: alimento divino, que pertenece a la Colección Tonacayotl: nuestro sustento editada por Fundación Herdez, continúa siendo reconocido mundialmente y tendrá la oportunidad de ser exhibido durante 70 días en la casa de Alfred Nobel en Karlskoga, Suecia. En una exposición que durará 70 días, cuya inauguración oficial será atendida por la Gobernadora María Larsson, Presidenta de la Fundación Alfred Nobel House.

Esta obra sobre el cacao, ya fue premiada en un evento a mediados del 2019, en Macao, China, como la más destacada en la categoría E7 Chocolate, por los galardones encargados de reconocer los mejores libros de cocina y del vino en el mundo, los Gourmand World Cookbook Awards.

El éxito del documento radica en que fue escrito desde distintas perspectivas: arqueológica para conocer el origen del cacao, botánica para registrar sus usos, industrial para conocer el impacto y su transformación, y el punto de vista culinario y nutrimental.

Denominación de Origen Cacao Grijalva
Sus raíces mesoamericanas, su paso al Viejo Mundo, su regreso como golosina con leche y el reconocimiento del cacao como un alimento lleno de alto valor nutricional son algunos de los temas tratados en esta publicación. El protagonista del octavo libro que conforma la Colección Tonacayotl: nuestro sustento, de la Fundación Herdez, cuenta con la Denominación de Origen Cacao Grijalva (lograda en 2016), misma que –entre otras cosas- se da por la singularidad con la que este árbol crece en las diferentes regiones de México y por la documentación existente en el valor del cacao en nuestra cultura y tradiciones.

La evidencia histórica para concretar la Denominación de Origen Cacao Grijalva es muy clara. “Se cree que el árbol cacaotero fue domesticado por los Olmecas, quienes pasaron esta tradición a los mixe-zoques, y de ahí a los mayas, por lo que los procesos de cultivo implican un gran trabajo de parte de los campesinos, desde tiempos ancestrales”, indica Ana Beatriz Parizot Wolter, en el libro.

Tiempo después, se tiene registro de que la comercialización de este fruto se dio alrededor de 1840 cuando existió la primera fábrica de chocolate. Estas fábricas eran tan comunes como los molinos de maíz. Su consumo per cápita era 10 veces mayor a lo que es hoy en día. Esto habla de su tremenda importancia en la cultura mexicana. El chocolate era desayuno y cena hasta que fue desplazado por el café, menciona el coautor del libro, el científico del Sistema Nacional de Investigadores, Martín González de la Vara.