COMPRENDAMOS

No hace muchos años, una persona me comentó que la divulgación científica es una actividad a la que un científico serio no debería dedicar tiempo, pues no reditua en puntos ni en estímulos como lo hace la investigación. Que es una actividad de segundo nivel, para investigadores de segunda o con poco tiempo para hacer investigación de verdad. Como en esa época me encontraba inmerso en una dinámica diferente a la actual (asistía a los congresos de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica; participaba en largísimas reuniones de planeación de la delegación regional de la SOMEDICYT en Puebla; asesoraba o revisaba trabajos para las EXPOCIENCIAS en la UPAEP o simplemente, estaba ocupado con el proyecto de ALEPH ZERO), no tomé el tiempo suficiente para hacer caso a esos comentarios y salvo algunas reflexiones esporádicas (ALEPH ZERO 50, ALEPH ZERO 45), preferí dejar eso como una aseveración que se hizo al acaso, sin mucha reflexión y sólo por el placer de jorobar.
" Es sólo cuestión de tiempo. Tarde o temprano, bajo cualquier pretexto, el más reacio detractor de la divulgación cae en ella. La justificación que de a su "nueva vocación" será lo de menos. Todos llegamos ahí de una forma u otra". Me dije por dentro. Y no me equivoqué, pero esa es otra historia que no viene al caso.
Aun así, hay (tal vez incluso debería decir, habemos, pues podría caer en el caso) una gran cantidad de falsos divulgadores en el medio. No me refiero a falso profetas o cosas por el estilo, sino a personas que por los motivos incorrectos se meten en la divulgación, generando con sus acciones más un daño, que un beneficio. ¿Cómo identificar tales casos?
Va una lista de 10 puntos sobre la falsa divulgación (gracias a Ricardo Quit por inspirar más de la mitad de esta lista en una breve pero fructífera charla que tuvimos hace 2 semanas).
1. "La ineficiencia del sistema educativo nacional hace necesaria la divulgación de la ciencia".
2. "Divulgación es simplificar lo complejo, quitando los detalles difíciles y dejando solo lo más simple".
3. "Cualquiera puede divulgar, sólo tiene que decir las cosas en un lenguaje cotidiano y dar definiciones cuando use tecnicismos".
4. "Divulgar no es popularizar. La ciencia no es un objeto popular, sino que es del dominio de unos cuántos".
5. "La ciencia no es cultura. La cultura no requiere divulgación, es una parte inherente de todos nosotros".
6. "Para divulgar basta con juntar un grupo de personas llenas de buenas intenciones, pero sin experiencia en la divulgación. Todo lo demás saldrá espontáneamente".
7. "Mi experiencia como investigador experto en la escritura de artículos científicos me da todas las herramientas que necesito para ser divulgador".
8. "Divulgación es entrevistar a un investigador sobre cómo se aplica en la vida real lo que él o ella trabaja".
9. "La divulgación la deben hacer los comunicadores, los medios, los periodistas. Los científicos son solo sus fuentes de información".
10. "La divulgación se hace por decreto. Porque lo digo yo."
Pero como la lista requiere reflexión (y el próximo número también requiere de una editorial), dejo hasta la próxima una discusión punto a punto de cada enunciado del decálogo anterior.
Mientras tanto, desconfíen de todo aquel que abraza la divulgación repentinamente.
Como cada ocasión desde hace 13 años, la invitación está ahí:
ALEPHZERO ES TUYO, PARTICIPA.